Vivir como las flores


Un discípulo se encontraba junto a su maestro y no tardó en preguntarle:

... Maestro, ¿qué debo hacer para no quedarme molesto?, porque resulta que hay personas que hablan demasiado, algunas son ignorantes. Otras son indiferentes. Siento mucho odio por aquellas que mienten y sufro con aquellas que blasfeman.

- ¡Bien, debes vivir como las flores!, le dijo el maestro.

- Y ¿cómo es vivir como las flores?, preguntó el discípulo.

- Fíjate y pon mucha atención a esas flores, continuó el maestro, mostrándole unos lirios que crecían en el jardín.

Ellas nacen en el estiércol, sin embargo son puras y perfumadas. Obtienen

del abono maloliente todo lo que les es útil y saludable, pero no

dejan que lo agrio de la tierra manche la frescura de sus pétalos.

Es justo angustiarse con las propias culpas, pero no es sabio permitir que

los vicios de los demás te incomoden. Los defectos de ellos son de ellos mismos y

no tuyos. Y si no son tuyos, no hay motivo para preocuparse... Entrénate en la virtud de rechazar todo el mal que viene desde afuera y perfuma

la vida de los demás haciendo el bien.

Esa es la manera de vivir como las flores.

UN TESORO, UN VIÑEDO


Un labrador muy anciano ya, era dueño de un gran viñedo. Habia trabajado muchos años y con su esfuerzo pudo criar a sus tres hijos.

A ninguno de ellos les gustaba trabajar y esperaban que la vida les trajera a sus pies todo lo que deseaban.

El viejo labrador vivió muchos años y ya estaba por morir, entonces llamó a sus hijos y les dijo:

- “Voy a revelarles un secreto. Un secreto que guardo hace muchísimo tiempo y antes de que yo muera quiero compartírselos a ustedes... en este campo, cerca de alguna de las plantaciones de vides, hay reservado un tesoro, a poca profundidad... si ustedes lo encuentran, podrían vivir muy cómodos y sin preocupaciones económicas”.

Transcurrieron unos pocos días y el labrador falleció.

Luego del funeral, los hijos repartieron la viña en partes iguales y empezaron a cavarla en busca del tesoro del cual les había hablado su padre. No contrataron obreros para no correr riesgos.

El trabajo fue lento y con suma prolijidad. Dieron vuelta cada terrón de tierra.

Recorrieron todo el lote moviendo la tierra. Fue un trabajo de dos meses y sin encontrar lo que buscaban. Cambiaron la parte de tierras obtenidas por cada uno, volvieron a realizar la operación sin obtener resultados. Otra vez rotaron las parcelas con igual resultado. Después de cuatro meses, descubrieron que las cepas estaban cargadas de enormes racimos de uvas.

Como la tierra había sido removida con tanta dedicación y esmero, la cosecha fue muy abundante y les dio una ganancia superior al valor del tesoro que buscaban.

Los muchachos descubrieron que, si repetían tal esfuerzo todos los años, podrían vivir cómodamente y de la manera en que habían soñado.

El tesoro estaba en la tierra, pero había que buscarlo de otra manera.

Muchas veces buscamos desesperadamente los tesoros que deseamos, sin saber que los tenemos al alcance de nuestras manos…solamente hay que saber mirar y trabajar.

¿Cuál es tu tesoro más preciado que no te estás dando cuenta?

EL PERRO

Un carnicero estaba a punto de cerrar su negocio cuando vio un perro entrar. Trata de asustarlo, pero el perro regresa.
Una vez más lo intenta asustar, pero luego ve al animal con un sobre en la boca.
Curioso el carnicero abrió el sobre y dentro encontró un billete de 500 pesos y una nota que decía: "¿Podría enviar con el perro 1kg de carne molida de res y 1/2kg pierna de cerdo?"
Asombrado, el carnicero tomó el dinero, le puso la carne de res molida y la pierna de cerdo en una bolsa y puso la bolsa en la boca del perro, pero no le entregó el cambio.
El perro empezó a gruñir y enseñar los dientes.
Al darse cuenta de su error, el carnicero comenzó a cambiar el billete en la bolsa, el perro se tranquilizó, tomó la bolsa en la boca y salió del establecimiento.
El carnicero, impresionado, decidió seguir al perro y cerró su negocio a toda prisa.

El animal se fue por la calle hasta el primer semáforo, donde se sentó en la acera esperando para cruzar.
Luego cruzó la calle y caminó hasta una parada de autobús, con el carnicero siguiéndolo de cerca. En la parada cuando vio que era el autobús correcto, subió, seguido por el carnicero.
El carnicero, sin palabras, vio al perro de pie sobre sus patas traseras, que tocaba el timbre para descender, siempre con la bolsa en la boca.
El perro y el carnicero caminaron por la calle hasta que el animal se detuvo en una casa donde dejó las compras realizadas cerca de la puerta y, retirándose un poco, se lanzó contra ella, golpeando con fuerza. Repitió la acción varias veces, pero nadie rescindió en la casa.
A la altura de asombro, el carnicero vio al perro tomar la bolsa con el hocico, alrededor de la casa, saltar una cerca e ir a una ventana. Una vez allí, tocó con los pies en el vidrio varias veces sin soltar la bolsa, entonces de nuevo a la puerta.
En ese momento, un hombre abrió la puerta ... y comenzó a golpear al perro! El carnicero corrió hasta el hombre a parar, diciendo: "Por Dios, señor, qué está haciendo? tu perro es un genio !.... Es único?"
El hombre, evidentemente molesto, dijo: "Que genio ni que nada! Esta es la segunda vez esta semana que el tan estúpido se olvida las llaves .... y yo en el cuarto de baño."

Moraleja: Por mas que te esfuerces y cumplas más allá de tu deber en el trabajo, a los ojos de un jefe siempre estarás por debajo de lo que él quiere.